Diversos estudios científicos afirman que dejarse imbuir por la magia de la Navidad fomenta valores como la amabilidad, la solidaridad y el compañerismo, además de reducir el estrés y la ansiedad. Decorar tu hogar en equipo, junto a tus compañeros y compañeras, mejora la convivencia y se producen momentos muy agradables.
La Navidad, es un periodo de nostalgia, que ayuda a conectar con uno mismo. Hace que se evoquen recuerdos de la infancia donde éramos felices. Cada residente de la vivienda tutelada tiene una historia que contar, llena de anécdotas y costumbres.
Desde la vivienda damos mucha importancia a la identidad de cada persona, e intentamos que estos próximos días de fiesta sean lo más especiales posibles. Días donde descubrimos, compartimos, y donde seguimos generando vínculos positivos entre residentes y profesionales. Es la manera que tenemos de acompañar y de dar apoyos significativos para la mejora de la calidad de vida de las personas con discapacidad intelectual.
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