Llegado el final de año, desde el programa de Incluye Emociona se han organizado diferentes actividades de voluntariado, de ocio y culturales en la Comunidad. Actividades basadas en los gustos y preferencias del grupo de personas que participan en el Programa.
El voluntariado surge de un compromiso personal, de iniciativa propia y de caracter altuistra, que la persona tiene con entidades o grupos de personas con diferentes necesidades de apoyo. Es una de las actividades que desde el programa Incluye Emociona intentamos que los y las participantes del programa experimenten, ya que apoyando a los demás desde esa posición, se produce un impacto muy positivo y un bienestar emocional en uno mismo.
En este mes de Diciembre, un grupo de personas del programa, han acudido a la Residencia de Tercera Edad de El Vergel, para colaborar y apoyar a los profesionales de la Residencia, en la realización de una de las actividades que la Residencia tenía preparada para sus residentes, en vísperas de Navidad. La colaboración ha consistido en el desplazamiento de estas personas mayores al lugar de la actividad dentro de la Residencia, para luego compartir con ellos la actividad organizada, un concierto navideño de un grupo coral de música.
A su vez, el pasado 21 de Diciembre, otro grupo de participantes de Incluye Emociona formaron parte como voluntarios, de la organización de la 13ª edición de la Carrera Infantil de Navidad. Carrera que tenía el fin benéfico de colaborar con la reconstrucción de Pedralba, una zona afectada por la DANA en la Comunidad Valenciana. Dentro del convenio de colaboración que Incluye tiene con Asvona, entidad encargada de la organización de la carrera, ayudaron en el reparto del material para la carrera, así como de los premios y regalos que cada niño y niña recibió a lo largo de la carrera.
Y por último, otras de las acciones que desde el Programa se quiere impulsar, es el disfrutar en grupo de actividades de ocio inclusivo en la Comunidad. En víspera de las fiestas de Navidad, y siguiendo la tradición en Pamplona, se visitaron los Belenes del Baluarte, y se vieron las luces de Navidad de la ciudad.
Y como colofón a este final de año, y tras varias peticiones surgidas en los talleres del programa, varias personas se animaron a patinar sobre hielo, en la pista de hielo situada en el Paseo Sarasate de la ciudad. Fue una manera muy divertida de despedir el año, con un montón de risas, que nos hizo coger energía para afrontar el próximo año con más ilusión y con ganas contribuyendo al bienestar emocional de las personas con discapacidad intelectual.
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